El Curioso Caso De Benjamin Button
Nuestro protagonista es Benjamin Button, que tiene una
particularidad: su ciclo de la vida está invertido. Benjamin nace
siendo un anciano y asistimos a su paulatino rejuvenecimiento. Algo que hoy en
día querríamos todos. Despertarnos y sentirnos más jóvenes, distinguir menos
arrugas en nuestro rostro en el espejo. Pero, si nos paramos a pensar, la cosa
también tiene sus desventajas.
Y eso lo plasma Fitzgerald perfectamente en el personaje de
Benjamin, cuya vida presenta los altibajos pertinentes. Su tan extraordinaria
condición será en esencia una especie de lastre que arrastrará durante toda su
existencia, quebrando casi todas sus aspiraciones. Casi vivimos su infernal
infancia junto a un padre que intenta disimular su excepcionalidad, o el
fracaso en su intento de ingreso en la Universidad de Yale. Son el primer par
de decepciones, y que la relación con la señorita Hildegarde, su primer amor,
parece mitigar. Pero la misma particularidad que la atrae hacia él será la que
vaya distanciando a ambos, con el tiempo.
No debe pasarse por alto que detrás de la historia de
Benjamin Button parece existir cierto trasfondo de condena social que
Fitzgerald sitúa tras cada evento en la vida de nuestro Benjamin. Detrás de
cada oportunidad que se le ve negada y de cada contrariedad se oculta un puñado
de férreos prejuicios.
Esta historia creativa, original y diferente, nos lleva a
pensar y a realizar diversas reflexiones sobre la vida, sobre nuestra propia
vida, sobre las oportunidades que se han presentado y las múltiples
dificultades que hemos tenido que afrontar. Nos enseña el valor de vivir,
aceptar y valorar cada instante, cada paso, cada experiencia, de estar
agradecidos por tantas cosas hermosas en nuestro camino, de tener un cuerpo tan
perfectamente diseñado y de compartir con personas que siempre llegan a nuestra
vida con un propósito dejando algo en ella. En esta historia se pueden apreciar
claramente las etapas de la vida, aunque empezando de forma diferente, de atrás
para adelante, pero aun así consigue señalar que todos somos seres humanos
iguales, nacemos, crecemos, maduramos, experimentamos, logramos ser dueños de
nuestra propia vida y morimos, aunque interpretemos diferente o tengamos otras
perspectivas de ella. De una u otra forma este relato divide cada etapa del
recorrido del hombre, cambios físicos, cognitivos y psicológicos; basando las
mayores experiencias en la adultez, donde el personaje principal logra
evidenciar y vivir cada momento, se relaciona con muchas personas, se
independiza, viaja, conoce, se enamora, experimenta, perdona, conoce otros
países otras culturas, convive con alguien, forma un hogar y finalmente muere.
Permitiéndose durante todo el recorrido vivir lo suficiente y logrando ser
quien siempre quiso ser.
Pero recordando cada etapa de nuestra vida y todo lo que en ellas tuvimos. Benjamin Button al final no recordó nada. No me gustaría vivir su experiencia. Saludos, muy interesante.
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