domingo, 5 de marzo de 2017

Análisis de la obra

El Curioso Caso De Benjamin Button

   Nuestro protagonista es Benjamin Button, que tiene una particularidad: su ciclo de la vida está invertido. Benjamin nace siendo un anciano y asistimos a su paulatino rejuvenecimiento. Algo que hoy en día querríamos todos. Despertarnos y sentirnos más jóvenes, distinguir menos arrugas en nuestro rostro en el espejo. Pero, si nos paramos a pensar, la cosa también tiene sus desventajas.

   Y eso lo plasma Fitzgerald perfectamente en el personaje de Benjamin, cuya vida presenta los altibajos pertinentes. Su tan extraordinaria condición será en esencia una especie de lastre que arrastrará durante toda su existencia, quebrando casi todas sus aspiraciones. Casi vivimos su infernal infancia junto a un padre que intenta disimular su excepcionalidad, o el fracaso en su intento de ingreso en la Universidad de Yale. Son el primer par de decepciones, y que la relación con la señorita Hildegarde, su primer amor, parece mitigar. Pero la misma particularidad que la atrae hacia él será la que vaya distanciando a ambos, con el tiempo.

   No debe pasarse por alto que detrás de la historia de Benjamin Button parece existir cierto trasfondo de condena social que Fitzgerald sitúa tras cada evento en la vida de nuestro Benjamin. Detrás de cada oportunidad que se le ve negada y de cada contrariedad se oculta un puñado de férreos prejuicios.



   Esta historia creativa, original y diferente, nos lleva a pensar y a realizar diversas reflexiones sobre la vida, sobre nuestra propia vida, sobre las oportunidades que se han presentado y las múltiples dificultades que hemos tenido que afrontar. Nos enseña el valor de vivir, aceptar y valorar cada instante, cada paso, cada experiencia, de estar agradecidos por tantas cosas hermosas en nuestro camino, de tener un cuerpo tan perfectamente diseñado y de compartir con personas que siempre llegan a nuestra vida con un propósito dejando algo en ella. En esta historia se pueden apreciar claramente las etapas de la vida, aunque empezando de forma diferente, de atrás para adelante, pero aun así consigue señalar que todos somos seres humanos iguales, nacemos, crecemos, maduramos, experimentamos, logramos ser dueños de nuestra propia vida y morimos, aunque interpretemos diferente o tengamos otras perspectivas de ella. De una u otra forma este relato divide cada etapa del recorrido del hombre, cambios físicos, cognitivos y psicológicos; basando las mayores experiencias en la adultez, donde el personaje principal logra evidenciar y vivir cada momento, se relaciona con muchas personas, se independiza, viaja, conoce, se enamora, experimenta, perdona, conoce otros países otras culturas, convive con alguien, forma un hogar y finalmente muere. Permitiéndose durante todo el recorrido vivir lo suficiente y logrando ser quien siempre quiso ser.

1 comentario:

  1. Pero recordando cada etapa de nuestra vida y todo lo que en ellas tuvimos. Benjamin Button al final no recordó nada. No me gustaría vivir su experiencia. Saludos, muy interesante.

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