Esta
obra pertenece al modernismo anglosajón, este se conoce en líneas
generales como la literatura vanguardista en lengua inglesa que tuvo su apogeo
más o menos entre los años 1900 y 1940. El modernismo se desarrolló principalmente en Europa, por lo que
muchos escritores estadounidenses se trasladaron a Londres o París que
eran en ese momento los centros neurálgicos de la cultura artística. Cabe
destacar que en la literatura en inglés el término modernismo se
emplea más bien para designar una época que un movimiento literario uniforme.
La corriente modernista se vio directamente influida por el experimentalismo y
las distintas vanguardias artísticas continentales (cubismo, surrealismo...),
y se distingue por su afán de ruptura con la herencia victoriana. En términos generales, se engloba por
tanto bajo el término modernista a toda la producción
literaria de escritores estadounidenses y
del Reino
Unido de la primera mitad del siglo XX.
El
modernismo anglosajón se presenta en varias etapas, fuertemente marcadas por el
antes y el después de la guerra, y con autores de dos continentes distintos, lo
que hace que resulte difícil una descripción totalizadora. El nuevo siglo trajo
consigo muchos cambios e innovaciones que provocaron una transformación radical
de espíritu y pensamiento, filtrándose incluso a la vida diaria. La teoría
del inconsciente freudiana modificó
la percepción que el individuo tenía de su propia mente y su identidad, y
pensadores como Karl Marx o Nietzsche trastocaron para siempre las
nociones tradicionales de verdad, certeza y moralidad. Esta progresiva
transfiguración en la visión del mundo provocó que muchos escritores sintieran
la necesidad de un cambio también en sus propuestas literarias, lo que trajo
consigo la oleada de renovación experimental que colectivamente conocemos como
"modernismo" o "vanguardias", la cual, por ese afán rupturista,
rescataba también de algún modo las ideas revolucionarias del Romanticismo.
Como se ha visto, movimientos en las artes plásticas como el Impresionismo,
el Post-impresionismo, y luego el Cubismo,
constituyeron asimismo fuentes de inspiración para los escritores modernistas.
Las características de esta corriente son:
- La búsqueda de la belleza.
- Desinterés por la dimensión social
del arte.
- Sugerencia del símbolo.
- Correspondencia entre los estados
de animo del poeta .
- El paso de las estaciones sobre la
naturaleza.
- Juega con las expectativas del
lector.
- Tiene la tendencia de psicoanalizar
a sus personajes.
- Se utiliza la técnica del monologo interior.
- Se mezcla el argot callejero con un
lenguaje más elaborado.
- Se utiliza alusiones culturales heterogéneas e imágenes inconexas.
- Tiene un carácter elitista.
- Autores de distintos continentes.
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